Análisis noticioso de los eventos que más impactaron el sector de aviación comercial en Venezuela y sus repercusiones a largo y corto plazo.
Donde sí se están haciendo profundos ajustes es en Aeropostal donde continúan los despidos a diestra y siniestra.
De golpe y porrazo, el martes 23 de abril, Juan Godoy, Gerente de Itinerario le llegó su turno para recibir su carta de despido. Godoy una persona altamente conocida en el mundo aeronáutico venezolano como uno de los mejores profesionales en su campo, llevaba más de 12 años laborando en Aeropostal.
Aquellos que saben lo que sucede dentro de esta línea aérea, por cierto decana de todas las existentes en el país, dicen que no les sorprendería que en cualquier momento Saúl Montejo, Vicepresidente de Planificación reciba su carta.
Montejo es reconocido como una verdadera institución en la aeronáutica venezolana. Su largos años de experiencia se extienden hasta los tiempos cuando Aeropostal trajo los primeros Constellations al país para su ruta Caracas-Nueva York.
“En aquel tiempo esos aviones eran como los Airbus 380 de la actualidad”, dijo una vez Montejo.
Los Contellations fueron desarrollados la Lockheed y usados profusamente por la aerolínea TWA, del excéntrico multimillonario Howard Hughes, quien pidió un modelo capaz de cubrir la ruta de 3,500 millas entre Nueva York y Europa, así el mundo se achicaba cada vez más.
Pero al parecer en Aeropostal no se achican las distancia sino su nómina. Esperemos que aquellos que reemplacen a estos profesionales tengan la suficiente experiencia para trabajar en este demandante negocio de las líneas aéreas.
News analysis of the latest events in the Venezuela Aviation sector and their impact on the near future.
Buena memoria, parece es lo que en verdad posee el Instituto Nacional de Aeronáutica Civil ya que no olvidó la fecha límite para ajustar las tuercas, o por lo menos sacar de circulación, a muchas aeronaves que no llenan todos lo requisitos para surcar los cielos venezolanos con cientos de vidas a bordo de esas naves.
Precisamente hace un año atrás, el 13 de abril de 2007, representantes de todas las aerolíneas venezolanas prometieron al INAC que en el lapso de 12 meses equiparían sus aviones con los instrumentos necesarios que aseguraran la integridad de sus ocupantes, pero al parecer muchas de ellas se niegan a cambiar sus viejas costumbres de “Laissez affair, laissez passer” (enterrar la cabeza a la arena y esperar que todo se olvide) , pero ¡Sorpresa!: el propio Humberto Figueras, presidente de la Asociación de Líneas Aéreas de Venezuela fue el heraldo de la mala noticia.
La primera afectada, fue Aeropostal la que se vio obligada a retirar dos de sus naves. Al día siguiente, Figueras aseguró que alrededor de 40 aviones fueron retirados por voluntad de las propias aerolíneas.
“Así es que funcionan estos dueños de estas empresas”, afirmó un alto ejecutivo venezolano de la aviación comercial que prefirió mantener su entidad en el anonimato. “Si no le meten presión se hacen los locos”. Por otro lado asegura que a niveles medios del INAC se han visto casos parecidos a los sucedidos en los Estados Unidos entre la FAA y varias líneas aéreas donde los inspectores eran demasiado “complacientes” al momento de verificar el mantenimiento de las naves.
“La única diferencia es que cuando allá se descubre hay consecuencias, pero aquí es muy difícil de comprobar” dijo.
Y la presión se hizo más intensa cuando investigadores franceses determinaron que la tragedia ocurrida en Mérida con una nave de Santa Bárbara se estrelló el 21 febrero muriendo todos sus 46 ocupantes fue a causa de exceso de confianza del piloto que la comandaba.
Ya antes una serie acontecimientos fatales estimuló una crítica general de que las autoridades no estaban haciendo su trabajo como era debido, por lo tanto el INAC decidió actuar a fin de resguardar su reputación ante la opinión pública.
No sólo ejerció presión por si misma, sino que se buscó la artillería pesada de la aviació: la Asociación Internacional de Aviación y Transporte (IATA por sus siglas en inglés) la cual una semana antes había señalado, a través de su presidente, Giovanni Bisignani, que las aerolíneas latinoamericanas, principalmente aquellas que hacen vuelos nacionales, debían mejorar sus estándares de seguridad y mantenimiento de sus naves.
Y sobre Mantenimiento podemos decir que la unidad de Santa Bárbara salió bien librada luego de las conclusiones sobre el siniestro de Mérida. Muchos pilotos apostaban por culpar a los ingenieros y mecánicos, pero se llevaron un gran chasco. Ahora ellos están bajo la lupa.
Otro punto que también está bajo la lupa, al igual que alrededor del mundo, es el ajuste de las tarifas que cobran las aerolíneas venezolanas. Según Figueras, presidente de ALAV, desde hace tres años estas tarifas no se han cambiado, mientras que los costos de operación han subido en un 50%.
Tal afirmación la hizo Figueras el propio miércoles 23 de abril, cuando se anunció que 40 naves saldrían de circulación. Observadores de la industria consideraron que esto es un “dando-y-dando”, nosotros cedemos con la paralización de los aviones mientras que Uds. estén dispuestos a permitir un aumento de las tarifas.
El INAC, no tardó en responder, el jueves 24 de abril en un comunicado de prensa bajo el titular de “INAC discute temas de costos y derechos aeronáuticos”.
En dicho comunicado se señaló que “la composición de los costos de las líneas aéreas en Venezuela, (…) son los elementos que inciden en sus estructuras económicas, y de qué forma el INAC en conjunto con las aerolíneas, puede buscar una solución al ajuste de tarifas que hace tres años no se realiza”.
Por el espíritu del lenguaje, se nota que el INAC está abierto a un aumento de la tarifas, sobre todo cuando reconoce que desde hace tres años no se realiza un ajuste.
Precisamente hace un año atrás, el 13 de abril de 2007, representantes de todas las aerolíneas venezolanas prometieron al INAC que en el lapso de 12 meses equiparían sus aviones con los instrumentos necesarios que aseguraran la integridad de sus ocupantes, pero al parecer muchas de ellas se niegan a cambiar sus viejas costumbres de “Laissez affair, laissez passer” (enterrar la cabeza a la arena y esperar que todo se olvide) , pero ¡Sorpresa!: el propio Humberto Figueras, presidente de la Asociación de Líneas Aéreas de Venezuela fue el heraldo de la mala noticia.
La primera afectada, fue Aeropostal la que se vio obligada a retirar dos de sus naves. Al día siguiente, Figueras aseguró que alrededor de 40 aviones fueron retirados por voluntad de las propias aerolíneas.
“Así es que funcionan estos dueños de estas empresas”, afirmó un alto ejecutivo venezolano de la aviación comercial que prefirió mantener su entidad en el anonimato. “Si no le meten presión se hacen los locos”. Por otro lado asegura que a niveles medios del INAC se han visto casos parecidos a los sucedidos en los Estados Unidos entre la FAA y varias líneas aéreas donde los inspectores eran demasiado “complacientes” al momento de verificar el mantenimiento de las naves.
“La única diferencia es que cuando allá se descubre hay consecuencias, pero aquí es muy difícil de comprobar” dijo.
Y la presión se hizo más intensa cuando investigadores franceses determinaron que la tragedia ocurrida en Mérida con una nave de Santa Bárbara se estrelló el 21 febrero muriendo todos sus 46 ocupantes fue a causa de exceso de confianza del piloto que la comandaba.
Ya antes una serie acontecimientos fatales estimuló una crítica general de que las autoridades no estaban haciendo su trabajo como era debido, por lo tanto el INAC decidió actuar a fin de resguardar su reputación ante la opinión pública.
No sólo ejerció presión por si misma, sino que se buscó la artillería pesada de la aviació: la Asociación Internacional de Aviación y Transporte (IATA por sus siglas en inglés) la cual una semana antes había señalado, a través de su presidente, Giovanni Bisignani, que las aerolíneas latinoamericanas, principalmente aquellas que hacen vuelos nacionales, debían mejorar sus estándares de seguridad y mantenimiento de sus naves.
Y sobre Mantenimiento podemos decir que la unidad de Santa Bárbara salió bien librada luego de las conclusiones sobre el siniestro de Mérida. Muchos pilotos apostaban por culpar a los ingenieros y mecánicos, pero se llevaron un gran chasco. Ahora ellos están bajo la lupa.
Otro punto que también está bajo la lupa, al igual que alrededor del mundo, es el ajuste de las tarifas que cobran las aerolíneas venezolanas. Según Figueras, presidente de ALAV, desde hace tres años estas tarifas no se han cambiado, mientras que los costos de operación han subido en un 50%.
Tal afirmación la hizo Figueras el propio miércoles 23 de abril, cuando se anunció que 40 naves saldrían de circulación. Observadores de la industria consideraron que esto es un “dando-y-dando”, nosotros cedemos con la paralización de los aviones mientras que Uds. estén dispuestos a permitir un aumento de las tarifas.
El INAC, no tardó en responder, el jueves 24 de abril en un comunicado de prensa bajo el titular de “INAC discute temas de costos y derechos aeronáuticos”.
En dicho comunicado se señaló que “la composición de los costos de las líneas aéreas en Venezuela, (…) son los elementos que inciden en sus estructuras económicas, y de qué forma el INAC en conjunto con las aerolíneas, puede buscar una solución al ajuste de tarifas que hace tres años no se realiza”.
Por el espíritu del lenguaje, se nota que el INAC está abierto a un aumento de la tarifas, sobre todo cuando reconoce que desde hace tres años no se realiza un ajuste.
Donde sí se están haciendo profundos ajustes es en Aeropostal donde continúan los despidos a diestra y siniestra.
De golpe y porrazo, el martes 23 de abril, Juan Godoy, Gerente de Itinerario le llegó su turno para recibir su carta de despido. Godoy una persona altamente conocida en el mundo aeronáutico venezolano como uno de los mejores profesionales en su campo, llevaba más de 12 años laborando en Aeropostal.
Aquellos que saben lo que sucede dentro de esta línea aérea, por cierto decana de todas las existentes en el país, dicen que no les sorprendería que en cualquier momento Saúl Montejo, Vicepresidente de Planificación reciba su carta.
Montejo es reconocido como una verdadera institución en la aeronáutica venezolana. Su largos años de experiencia se extienden hasta los tiempos cuando Aeropostal trajo los primeros Constellations al país para su ruta Caracas-Nueva York.
“En aquel tiempo esos aviones eran como los Airbus 380 de la actualidad”, dijo una vez Montejo.
Los Contellations fueron desarrollados la Lockheed y usados profusamente por la aerolínea TWA, del excéntrico multimillonario Howard Hughes, quien pidió un modelo capaz de cubrir la ruta de 3,500 millas entre Nueva York y Europa, así el mundo se achicaba cada vez más.
Pero al parecer en Aeropostal no se achican las distancia sino su nómina. Esperemos que aquellos que reemplacen a estos profesionales tengan la suficiente experiencia para trabajar en este demandante negocio de las líneas aéreas.
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